El día 13
de abril se inicia el proceso de admisión de alumnos de Infantil, Primaria y
Educación Especial para el curso 2014-2015 en nuestra comunidad Autónoma. La
elección de centro educativo lleva implícita una reflexión sobre la educación
ideal que queremos para nuestros hijos; y así, según sean nuestros criterios,
estableceremos unos puntos, unos objetivos a alcanzar.
Es posible
que anhelemos una escuela similar a la de nuestra infancia o completamente
diferente. Unos esperaremos que los maestros y equipos docentes transmitan
preferentemente conocimientos y otros que sean capaces de crear un entorno en
el que los chicos se encuentren y crezcan como personas.
Con esa
lista de deseos en la mano, a las madres y padres del 2015 nos toca elegir
ahora. Y mientras esa escuela soñada aparece de la nada, o mas bien surge del
compromiso y toma de responsabilidad de todos: padres, profesores, sociedad; es
bueno tener presente que hay un criterio sencillo que nos puede ayudar. Hay una
escuela que es PÚBLICA. Y otra que no lo es.
La escuela
pública favorece la igualdad, la integración social y cultural, potencia la
educación en valores al margen de creencias e ideologías.
La escuela
pública es la única que existe en el medio rural, propiciando la integración ínter-territorial.
También tiene una gran vocación de atención a la diversidad, puesto que su
función es social y no lucrativa.
La escuela
pública está muy lejos de ser perfecta, y sin embargo al elegirla podremos
sentirla mucho más nuestra que aquellas que se publicitan como si fuésemos
simples consumidores.
Plataforma en Defensa de la Escuela Pública
(de la que forma parte FAPAR)
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