La nueva FP Básica legaliza la exclusión dentro de la escolarización obligatoria

La norma que establece el currículo de la Educación Primaria y la que regula la Formación Profesional Básica provocan conflictos a los que los textos legales no dan solución alguna.
 Además, la primera reválida prevista en la LOMCE  se hará en el curso 2017/18, por lo que los primeros alumnos que estudien FP Básica podrían quedarse un año entero sin posibilidad de obtener la titulación, y tampoco tendrían los 18 años que se requieren para presentarse a la prueba de obtención de la ESO para adultos.

La oferta seguirá dependiendo de las comunidades autónomas, a las que la norma, como novedad, les ha conferido la facultad de poder establecer criterios de admisión adicionales: la edad, la situación de estudios y las posibilidades de continuación en el sistema educativo. Habrá que esperar a que se instrumenten efectivamente en los procesos de admisión correspondientes para valorar si suponen un nuevo factor de discriminación o no.

El texto no establece ninguna condición de escolaridad específica ni prevé ratios menores a las fijadas con carácter general para la Secundaria (30 alumnos con posibilidad de incremento hasta un 10%). Tampoco se contempla una consideración especial a la tutoría, para la que se proyecta, al igual que en otras enseñanzas, una hora semanal.

Por su parte, el Real Decreto que fija los contenidos del currículo de Primaria, publicado unos días antes que el Real Decreto de Formación Profesional Básica, no aporta novedades significativas respecto a lo reseñado en la Ley Orgánica 8/2013 de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). 

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